LA VERDAD

El capitalismo es un sistema social que se basa en la explotación de la clase trabajadora a manos de una minoría de la sociedad, aquellos que poseen los medios de producción, es decir, los capitalistas. El dominio de esta minoría sobre la mayoría es garantizado por el estado que es el instrumento por el cual una clase impone su dominio sobre otra. El estado burgués garantiza el dominio social de los capitalistas mediante su control del aparato del estado. El aparato ideológico del estado -la educación, la familia, la Iglesia, los medios de comunicación, las cúpulas sindicales y políticas reformistas, etc- garantiza la difusión de los valores e ideas de la clase dominante con objeto de impedir la concienciación política y por consiguiente, la lucha, de la clase dominada. El aparato ideológico tiene, por tanto, una función preventiva. Su misión es evitar el levantamiento de la clase dominada. A pesar de que el capitalismo ha perfeccionado notablemente este aparato, en algunas ocasiones -los momentos en que se producen crisis revolucionarias- su control social no puede ser garantizado sólo por el dominio ideológico. Es entonces cuando actúa el aparato coercitivo -ejército, policía, Guardia Civil, etc- mediante la represión violenta de cualquier movimiento que desestabilice el dominio de los capitalistas.

MOGULUS TV

martes, 22 de abril de 2008

Occidente es responsable de la hambruna, del asesinato en masa, según la ONU.

El enviado de alimentos de Naciones Unidas afirmó el domingo que el aumento mundial de los precios de los alimentos está llevando a un “asesinato en masa silencioso” y los mercados de materias primas han llevado “horror” al mundo.
Jean Ziegler, relator especial de la ONU sobre el Derecho a los Alimentos, dijo al periódico Kurier am Sonntag que la expansión de los biocombustibles, la especulación en el mercado de materias primas y los subsidios a las exportaciones de la Unión Europea significan que Occidente es responsable de la hambruna masiva en los países más pobres.Ziegler señaló que estaba obligado a mostrar la “locura” de la gente que cree que la hambruna depende del destino.
“La hambruna no ha tenido relación con el destino desde hace mucho -tal como lo pensó (Karl) Marx. Es más bien como si detrás de cada víctima hubiese un asesinato. Esto es un asesinato en masa silencioso”, dijo en una entrevista.
El relator culpó a la globalización por “monopolizar las riquezas de la Tierra” y dijo que las multinacionales eran responsables de un tipo de “violencia estructural”.
“Y nosotros hemos oído de operadores de mercado, de especuladores y bandidos financieros que se han vuelto locos y han construido un mundo de inequidad y horror. Tenemos que detener esto”, afirmó.
Ziegler dijo que cree que un día la gente que sufre la hambruna podría levantarse contra sus perseguidores. “Es tan posible como lo fue la Revolución Francesa”, concluyó el funcionario.
El FMI acaba de advertir que la crisis mundial es mayor de lo que se preveía, y que su mayor impacto se va a reflejar en las áreas más dolarizadas del mundo dependiente, principalmente en América Latina.
La ONU, el Banco Mundial, la mayoría de los expertos y últimamente el G-8, vienen advirtiendo sobre el peligro de estallidos sociales a escala global que podrían generarse por el impacto de los precios del petróleo sobre el costo de los alimentos en los países más pobres de Asia, África y América Latina.
El jefe del FMI, Strauss-Kahn, alertó la semana pasada sobre las calamitosas consecuencias del aumento continuo en los precios de los alimentos.
“Miles, cientos de miles de personas padecerán hambre. Los niños sufrirán de malnutrición, con consecuencias por el resto de sus vidas”, señaló a la prensa, advirtiendo que la crisis social causada por la inflación en los precios de los alimentos ya esta desencadenando conflictos sociales a nivel mundial.
En una reunión en Washington, Estados Unidos, el FMI pidió que se tomen fuertes medidas en contra del aumento de los precios y de la crisis financiera internacional.
El domingo 7 de abril, los ministros de las ocho naciones industrializadas (G-8, grupo formado por los 7 países industrializados más importantes del mundo, más Rusia) reunidos en Tokio, realizaron un llamamiento a emprender acciones urgentes que reduzcan los disparados precios de los alimentos que dañan y perjudican a las naciones en desarrollo y a las clases sociales más pobres y postergadas.
“El problema de la comida afectará directamente a la vida de los pobres. Hemos alcanzado una determinación común y es que necesitamos adoptar los pasos necesarios”, dijo el ministro de Exteriores japonés, Masahiko Komura, que presidió la reunión, en una rueda de prensa conjunta de los ministros del G-8.
Fuente:http://www.iarnoticias.com/

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